Wednesday 22 August 2012

POST XLVI - ¿Qué tienes en la pierna?


 Iba a abrir la puerta de nuestro piso, cuando todo se tornó negro una vez más, sentí el vacío en mis pies y mi cabeza retumbó contra la madera fría. Fue sólo un segundo. La puerta se abrió rápidamente y allí seguía Laura. Me dijo que me apoyara en ella y me acompaño hasta la cama.

-Estás hecho un desastre -dijo acomodándome la almohada.

Luego, cuando estaba quitándome los zapatos -un regalo de John-, se quedó un rato largo mirándome la pierna; la sostenía, la miraba y palpaba.

-Madre mía, Marcos -exclamó-. ¿Sabes lo que tienes en la pierna?

Negué con la cabeza. Los ojos se me cerraban solos y me costaba mantener la concentración.

-¡Tienes una horquilla para el cabello clavada tres centímetros dentro de tu pierna! –dijo y la extrajo de un tirón.

El alivio que sentí después de que el pequeño “cuchillo” abandonará mi gemelo, me envió del todo al mundo de los sueños.

Desperté hace unos minutos y Laura estaba aún sentada a mi lado en la cama.

-Gracias a Dios -dijo llevándose la mano a la frente-, pensé que te había asesinado después de mi pequeña operación.

Reí y enseguida me di cuenta que mi boca estaba completamente seca.

-Toma -Laura me ofreció un vaso de agua y se puso de pie para marcharse.

-¿Claudia? –pregunté, mientras saboreaba el agua descendiendo por mi garganta.

-Está jugando con Rambo -y no pudo evitar emitir una risita- la niña lleva horas tirándole una pelota de tenis y tu amigo no se cansa de ir a buscarla. En fin, debo irme.

Intenté ponerme de pie para acompañarla hasta la puerta, pero mi cuerpo no aceptaba órdenes.

-Tú descansa -dijo y me cogió la mano un segundo-, la niña no es la única que te necesita -y se marchó.

Aún sigo en la cama. Puedo oír la pelota de tenis botando, las patas de Rambo mientras corre tras ella, y la risa contagiosa de Claudia. Debo levantarme e ir a ver a los demás, a lidiar con los muertos en la carretera. ¡Qué risa más llena de vida! Debo levantarme, debo…

No comments:

Post a Comment