Madrid 5 de Diciembre de 2011
00:49
El perro de los del tercero no para de ladrar. Creo
que son un matrimonio con sus dos hijos… y Rambo, el husky siberiano. No estoy
al tanto de lo que les ha pasado a ellos -no les he visto salir ni entrar-, pero el animal parece estar vivito y
coleando. ¿Tal vez está intentando proteger a sus amos? O, quizás, ¿defenderse
de ellos? No lo sé. Lo único que oigo es al perro, no escucho ningún movimiento.
Además, prefiero no bajar a averiguarlo.
Los ladridos me están poniendo los nervios de punta.
Creo que los infectados se guían, por sobre todas las cosas, por los sonidos.
He observado por la ventana a incontables desdichados ser víctimas de sus
propios ruidos. He aprendido que para sobrevivir en este Madrid, hay que
hacerlo sigilosamente. Por desgracia, no hay nada que pueda hacer al respecto
ahora mism… Se ha callado. Mierda… me parece escuchar algo moviéndose en algún
lugar del edificio. Ese puto perro me va a costar la vida… no, no… el sonido es
ahora más fuerte; es ella, se está moviendo. Debe de haber escuchado al perro.
Es María.
No comments:
Post a Comment